jueves, 4 de septiembre de 2008

LA HUERTA TRADICIONAL Y BIODIVERSIDAD

LA HUERTA TRADICIONAL Y LA BIODIVERSIDAD


Texto: Teodoro Caño Dorado

EL PELIGRO DE LA UNIFORMIDAD.

Los árboles y semillas cultivados en la agricultura tradicional, no sólo han sido parte del proceso productivo de una época y un lugar concreto; además deben considerarse parte integrante del patrimonio cultural de los pueblos con un valor inestimable.
Desde hace varias décadas, se viene observando la pérdida paulatina(desde 1990, un 75% según la FAO) de aquellas especies, tanto de frutales como de hortalizas autóctonas o alóctonas, pero genuinas de la huerta tradicional. Las primeras venían cultivándose desde siglos atrás, las segundas aunque no procedían de estos cultivos locales centenarios, también se habían convertido en especies tradicionales debido a su adaptación tanto a los variados microclimas, como a los suelos característicos de cada localidad.
En la actualidad asistimos a la sustitución de estas semillas y frutales tradicionales, por unas pocas variedades foráneas, híbridas e incluso transgénicas, todas ellas producto de patentes desarrolladas por empresas multinacionales que, por un lado condicionan el uso de las mismas en la agricultura convencional, con argumentos como la productividad; pero que obligan a la compra permanente de estas semillas o portainjertos y a la utilización de tratamientos químicos bastante agresivos con el medio ambiente; por otro lado, ponen en peligro la biodiversidad agrícola al contribuir a la desaparición de especies menos productivas, pero más adaptadas al medio, y en muchas ocasiones más resistentes al ataque de las plagas; además de contar con propiedades culinarias y alimenticias más que probadas y constituir una alternativa a la agricultura convencional, siempre que, una vez recuperadas y multiplicadas; sean cultivadas para este otro tipo de agricultura respetuosa con el medio ambiente; o sea LA AGRICULTURA ECOLÓGICA.

UN MOVIMIENTO, UNA ESPERANZA.

Paralelamente a la entronización por parte de estas empresas multinacionales desde la creación de laboratorios orientados hacia el mercado de nuevas semillas, se viene produciendo una reacción desde los sectores más progresistas de la producción agraria, que dando un giro radical a la forma de entender, no sólo la agricultura, sino la propia vida en el planeta, evidentemente amenazada desde diferentes ángulos; y partiendo de un profundo análisis de la situación actual y de las posibilidades de emprender un nuevo rumbo;
contribuir a cambiar las bases sobre las que se sustenta el sistema actual, poniendo en marcha experiencias agrarias alternativas respetuosas con el medio ambiente y la diversidad biológica, prometedoras con la salud e integradoras de las diversas culturas locales no uniformes o indígenas.

EXPERIENCIAS Y CAMPOS DE ACTUACIÓN.

Bancos de Semillas: Una de las experiencias más positivas para conservar la biodiversidad agraria es la creación y puesta en marcha de Bancos de Semillas. Estas iniciativas surgen tanto a nivel particular, como a nivel asociativo e incluso institucional. Sus principales objetivos serían los de recuperar y poner en valor estas especies agrícolas autóctonas mediante la recolección del mayor número posible de variedades locales y tradicionales preservando su riqueza como patrimonio genético y cultural; además de su multiplicación y difusión para asegurar su continuidad por medio de la resiembra y apostar por un nuevo modelo agrícola más respetuoso con el medio ambiente y la ecología.
b) Mejora Vegetal de Variedades Autóctonas y Multiplicación Ecológica Local: El objetivo fundamental es la multiplicación de plantas autóctonas para proveer el sector ecológico. Además de la multiplicación de variedades apropiadas para las necesidades nutritivas del ser humano, el desarrollo de técnicas de multiplicación vegetal vinculadas directamente a condiciones locales, realzando así la diversidad regional, la multiplicación de variedades adaptadas a las condiciones de cultivo ecológico empleando los conocimientos del método biodinámico.
Por el concepto de "intervención" mediante la multiplicación vegetal, se entiende como selección y creación de variedades, tanto por cruzamientos naturales, como por la transformación del medio ambiente.

ALGUNOS APUNTES SOBRE SELECCIÓN

1. Sanidad: solamente se deben emplear plantas sanas. Si hay algún problema de enfermedad, como por ejemplo el mildiu, con el tiempo todas las plantas lo sufrirán. Hay que seleccionar aquellas plantas que tardan más en desarrollarlo. Existe la posibilidad de que tras sucesivas generaciones las variedades desarrollen una tolerancia, porque solamente las plantas sanas tienen semillas y éstas se adaptarán a las condiciones específicas.
2. Calidad externa: forma, corte y longitud, lisura de la piel, transición de fruta a raíz,
cabeza, tallo...
3.Tiempo y clima de crecimiento: época posible de cultivo, duración de cultivo (días)duración posible de la época de cosecha, sensibilidad de espigar (a subirse), sensibilidad a: sequía, calor, condiciones húmedas, heladas, horas de sol...
4. Calidad interna: color, jugosidad, propiedades específicas, sabor, dulzura, acidez olor...
5. Rendimiento: parece que existe una contradicción entre rendimiento más alto y calidad interna (sabor, saludable). ¿Se podría compaginar?
Redes Estatales de Semillas: otra iniciativa interesante consiste en crear Redes Estatales de Semillas. Dentro y fuera de las mismas, lo interesante es el contacto e intercambio entre bancos de semillas, cultivadores, multiplicadores, guardianes de semillas, investigadores independientes, organismos públicos, universidades...
Los principales objetivos que se plantean son: Conocer qué variedades se están recogiendo y conservando en bancos de germoplasma, localizar qué variedades locales se conservan y utilizan aún en las explotaciones tradicionales(diseminados), recopilar los conocimientos que debemos utilizar para recuperar el hábito de obtener la semilla guardando la pureza de la variedad y conocer qué obstáculos legales existen para la difusión y reutilización de estas variedades locales.
En aras a mantener las variedades tradicionales, las Redes de Semillas declaran que:
El empleo de una gran diversidad de variedades tradicionales de plantas agrarias por parte de las familias agrarias e indígenas es fundamental para el mantenimiento de la buena nutrición y alimentación, la salud, el equilibrio biológico-ambiental y las diferentes culturas de los pueblos.
Solo se mantendrán estas variedades si hay personas cultivándolas en diferentes partes del mundo con libertad de guardar e intercambiar sus semillas.
3. Rechazan la aplicación de la tecnología transgénica en el sector agrario y alimentario, por los problemas de contaminación y alteración de los agroecosistemas que provoca (sin olvidar riesgos nuevos en alimentos, etc.), sin que se haya investigado ni informado suficientemente acerca de sus riesgos, sin que se haya legislado adecuadamente acerca de la responsabilidad civil ante cualquier daño a nuestras variedades agrarias tradicionales y ecológicas y sin que haya medidas legales suficientes para garantizar la coexistencia de las variedades transgénicas, convencionales y ecológicas.
4. Su rechazo a la privatización de las semillas de cualquier tipo, pero especialmente de las semillas tradicionales y/o de plantas silvestres, siendo el intento de la Organización Mundial de Comercio de imponer la introducción de sistemas de patentes de material genético vegetal, una seria amenaza al libre acceso y empleo de variedades tradicionales. Las patentes son particularmente perniciosas en el caso de las variedades genéticamente modificadas, ya que pocas empresas controlan el 80% de las patentes vegetales.
5. Se reivindica el mantenimiento de la actual reglamentación de la agricultura ecológica y
convencional en cuanto empleo de variedades genéticamente modificadas, rechazando cualquier cambio en la legislación que legalizaría la contaminación por transgénicos. Por tanto es fundamental su oposición a la propuesta de la Comisión Europea de permitir una contaminación transgénica sin etiquetado del 0.3% al 0.7% en semillas no transgénicas. Exigiendo por tanto todo el sector una contaminación cero.
6. Piden el reconocimiento del trabajo de los/las agricultores/as en investigar métodos alternativos de proteger cultivos sin dependencias en productos químicos ni transgénicos.
7. Exigen el reconocimiento legal de las semillas locales y del derecho de los agricultores/as a producir, guardar, intercambiar y comercializar sus semillas según sus propios criterios.
8. Se proseguirá con los trabajos de sensibilización, formación e investigación necesarios para lograr la identificación, caracterización y difusión entre familias agrarias de las variedades tradicionales aún existentes en Europa y su protección frente a los intereses privados de las grandes empresas agroquímica y alimentarias.
8. Solidaridad con el trabajo de otras redes de semillas en diferentes lugares del mundo,
que tienen los mismos objetivos de mantener las variedades tradicionales, mantener el libre
acceso de los pueblos a sus semillas y combatir la privatización de nuestro patrimonio agrogenético en manos de grandes empresas con objetivos únicamente económicos.

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